Gustavo Alfaro se despidió este lunes de Boca Juniors, porque su contrato no será renovado por los nuevos directivos, con una carta en la que aseguró haber vivido "sensaciones ambiguas" durante su año como entrenador del Xeneize.
En la misiva que envió a los medios locales, el técnico, que asumió en enero, agradeció a los empleados del club, a los directivos, al director deportivo, Nicolás Burdisso, y a los jugadores por "su compromiso", su "dedicación" y por "sus ganas permanentes de superarse".
"No es sencillo para mí escribir esta carta, de despedida, luego de un año vertiginoso, que pasó rápido y me deja sensaciones ambiguas", sostuvo Alfaro.
"Por un lado la sensación de habernos quedado a mitad de camino en un proceso, y por el otro la gratitud inmensa de haber podido trabajar en un club único y diferente", se explayó.
Con Alfaro en el banquillo, Boca Juniors se consagró campeón de la Supercopa Argentina de 2018 al superar por penaltis a Rosario Central y fue subcampeón de la Copa de la Superliga Argentina al caer en la final ante Tigre, que había descendido a la Segunda División.
En agosto, Almagro, también de la Segunda División, le ganó en los dieciseisavos de final de la Copa Argentina.
Además, River Plate lo eliminó en las semifinales de la Copa Libertadores.
El máximo candidato a reemplazar a Alfaro es Miguel Ángel Russo, que ya dirigió al Xeneize en 2007 y ganó la Copa Libertadores de ese año.
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