Atalanta italiano hizo historia este miércoles al doblegar por 3-0 al Shakhtar Donetsk en Kharkiv (Ucrania) y al clasificarse por primera vez en su historia para los octavos de final de la Liga de Campeones, detrás del líder del grupo, el Manchester City.
Nunca un equipo había logrado pasar a los octavos de final de la Copa de Europa tras perder los tres primeros partidos de la fase de grupos, pero los hombres del técnico Giampiero Gasperini cambiaron la historia este miércoles con una prestación de sufrimiento defensivo, premiada por los goles del belga Timothy Castagne, del croata Mario Pasalic y del alemán Robin Gosens.
El triunfo del Manchester City del entrenador español Pep Guardiola en el campo del Dinamo Zagreb (1-4) permitió al Atalanta, que arrancaba este duelo como colista con 4 puntos, superar al cuadro croata y al Shakhtar y avanzar de ronda con 7 puntos.
El Atalanta afrontaba un desafío enorme, al estar obligado a doblegar al Shakhtar en Kharkiv y esperar que el Manchester City no perdiera en el campo del Dinamo. Una hazaña complicada por las bajas, pues además del colombiano Duván Zapata, que lleva más de un mes fuera, faltaban también el esloveno Josip Ilicic, lesionado, y el brasileño Rafael Toloi, defensa ausente por acumulación de tarjetas.
Gasperini se encomendó al colombiano Luis Muriel, autor de nueve goles en la Serie A y de uno en Europa, junto al argentino Alejandro Papu Gómez y a Pasalic en la línea ofensiva, ante un Shakhtar al que podía valerle un empate si el City no ganaba en Croacia.
Sufrió el Atalanta en la primera mitad ante la técnica del conjunto ucraniano y se asustó cuando, desde Zagreb, llegó la noticia del gol del español de Dani Olmo que adelantaba al Dinamo tras apenas diez minutos de partido.
El entusiasmo era máximo en un Atalanta que se defendió con orden ante los desesperados intentos del Shakhtar de remontar dos goles con un hombre menos. El meta Pierluigi Gollini le negó la diana al brasileño Taison Barcellos Freda y el premio definitivo para el equipo italiano llegó en el minuto 95.
Un grave fallo defensivo del ucraniano Taras Stepanenko fue recogido por Robin Gosens, quien puso la firma en una hazaña que lanza al Atalanta a octavos y a la historia de la Liga de Campeones.
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