El futuro de la Serie A, que fue interrumpida el pasado 9 de marzo a causa de la emergencia por el coronavirus, está cada vez más en el aire y los clubes están estudiando las medidas para contener el perjuicio económico, con posiciones distintas que provocan un aumento de tensión. "No se juega más", "Peligra la Serie A", son algunos de los titulares elegidos por los medios deportivos italianos en sus portadas de este miércoles, después de que se celebrara el martes una videoreunión entre la Liga de la Serie A y los representantes de los 20 clubes que la integran.
La interrupción del torneo italiano en la vigésima sexta jornada ya ha causado millones de euros de daño económico y las consecuencias de un aplazamiento definitivo, sin ayudas del gobierno o reducción del sueldo de los jugadores, provocaría un perjuicio que puedo tocar los mil millones de euros, según informó recientemente a EFE el experto de industria del deporte Marco Bellinazzo.
El dinero generado por las taquillas, los derechos televisivos y los patrocinadores están en juego y los clubes se ven obligados a estudiar todos los escenarios posibles en el intento de contener la crisis, cada uno tratando de defender sus intereses. En particular, la videoreunión organizada el martes por la Liga de la Serie A registró un altercado entre el presidente del Juventus Turín, Andrea Agnelli, y el del Lazio, Claudio Lotito, según asegura este miércoles el diario turinés "Tuttosport".
Lotito es partidario de acabar la Serie A, en la que su Lazio estaba realizando un camino sobresaliente. Ocupaba la segunda posición a un solo punto de distancia del Juventus y soñaba con coronarse con un título liguero que le falta desde 2000. "¿Viste los datos? Yo lo sé (que se podrá seguir), yo hablo con grandes médicos, los de primer nivel, no con los de los equipos de fútbol", afirmó el presidente del Lazio, según el mencionado diario turinés.
Unas ideas distintas que se reflejan también en el comportamiento de Juventus y Lazio con sus respectivos futbolistas.El conjunto turinés dio el visto bueno a cinco de sus jugadores para que dejaran Turín y regresaran a sus respectivos países: se trata del portugués Cristiano Ronaldo, el alemán Sami Khedira, el bosnio Miralem Pjanic, el brasileño Douglas Costa y el argentino Gonzalo Higuaín.
Lo mismo hizo el Inter de Milán, que permitió a sus jugadores extranjeros regresar a sus países a la espera de que baje la alarma por el coronavirus, que ya ha provocado más de 6.000 muertos y más de 60.000 contagiados.
Por otro lado, Lazio pidió a todos sus jugadores que se queden en Roma y que sigan concentrados al máximo en el torneo, para llegar listos cuando se reanude la competición. "Con mis compañeros hablamos todo el tiempo, con el técnico (Simone Inzaghi). Inzaghi nos tranquiliza y seguimos adelante. Trato de entrenarme, hago un poco de cinta para correr. Hablamos mucho en estos momentos en los que estamos lejos", afirmó el argentino Joaquín Correa en una reciente entrevista.
Una tensión y una incertidumbre que sigue dominando en el fútbol italiano, con la eventualidad de que la temporada deba ser anulada definitivamente que, según los medios italianos, ya no es un tabú.
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