El aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio de 2020 a 2021, combinado con la inevitable crisis económica posterior a la pandemia de coronavirus, modifica el trayecto hacia París-2024, que ahora deberá adaptarse a la nueva situación. Llega una era de lo desconocido, o al menos un camino más caótico que el previsto para la capital francesa.
"Claramente, este periodo abre muchos interrogantes", señala Virgile Caillet, delegado general de la Unión Deporte y Bicicleta, representante de las empresas del sector deportivo.
Es todavía temprano para evaluar el impacto de la crisis económica en las grandes obras de los Juegos (3.000 millones de euros previstos en inversiones públicas y privadas), de las que la mayor parte no ha comenzado, a excepción de la Villa Olímpica, en Saint-Denis (norte de París), que está en la fase previa de la demolición.
La cuestión se presenta también sobre los patrocinadores, esenciales en el presupuesto del comité de organización, ya que deben aportar entre 1.000 y 1.200 millones de euros de un total previsto de 3.800. La recesión parece inevitable y con ellas las dudas en las inversiones por parte de las empresas que tenían los Juegos de 2024 como un objetivo fundamental en los próximos cuatro años.
"París-2024 redoblará esfuerzos cuando la crisis pase, porque la economía va a relanzarse, pero de ahí a anunciar una inversión de 80 a 100 millones de euros para ser patrocinador de un evento que tendrá lugar en 2024, hay un riesgo", dice Jean-François Lamour, exministro de Deportes de Francia.
La cohabitación durante un año con los Juegos de Tokio también perturba el camino trazado a priori. "Si los Juegos de Tokio tienen lugar en el verano (boreal) de 2021, ¿las empresas seguirán lanzando en 2020 su patrocinio con París-2024? ¿Hay que empezar la gran movilización de los franceses alrededor de los Juegos de París antes de que los de Tokio tengan lugar? Hay el riesgo de un año en blanco para París-2024", señala Bruno Bianzina, director general de la agencia Sport Market.
Este año de 'doble olimpiada', inédito en la historia, provoca incógnitas en la gestión de los patrocinadores. "Ahora todo el mundo está mirando lo que pone en los contratos. Los derechos de los patrocinadores de París-2024 deberían teóricamente activarse tras Tokio, después del verano (boreal) de 2020", recuerda Magali Tézénas du Montcel, directora general de la agencia Sporsora.
Muchos otros piensan que París-2024 cerrará sin problema su presupuesto de patrocinadores, previsto en 1.100 millones de euros. "Se trata de patrocinadores de largo recorrido, y la crisis que llega será puntual. Hay bastante tiempo de aquí a 2024 para activar los patrocinios. No estoy muy preocupada, lo único que habrá que hacer las cosas de manera diferente", añade.
"Estoy seguro que acabarán concretizando su programa de marketing, pero será mucho más caótico", anticipa Bruno Bianzina.
Tony Estanguet, el presidente del comité de organización de los Juegos (Cojo) París-2024, no está preocupado. "Algunos patrocinadores que tendremos el año que viene van a beneficiarse de la exposición de los Juegos de Tokio, lo que no habría sido el caso sin aplazamiento", señala a la AFP.
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