Por: Alex Juradotti
Ante esta situación tan
crítica que estamos viviendo, todas las competiciones del mundo deportivo se
vieron en la necesidad de parar y tener que esperar. En el ámbito local y
principalmente el fútbol en cabeza de la Dimayor, ve un panorama muy complejo,
debido a la postura del gobierno de priorizar la salud de todos los colombianos
y evitar así todo tipo de aglomeraciones que puedan ser un detonante de
contagios masivos. Al parecer a la Dimayor le urge reiniciar la actividad, ya
que ha postulado el jugar a puerta cerrada los partidos e incluso se llegó a
pensar en poder terminar en una sola sede, pero hasta al momento no han
encontrado una respuesta positiva. En las últimas alocuciones presidenciales esto
fue lo que dijo el presidente Duque al respecto:
"En lo que tiene que ver con jugar a
puerta cerrada, eso solo se puede considerar sobre la base de que tengamos los
mejores protocolos de seguridad y que podamos asegurarles a los jugadores que
en el contacto físico en la cancha no están expuestos a la enfermedad".
“No vamos a volver a la vida social después del 27 de abril. Estadios,
bares y conciertos no habrá, por lo menos en 18 meses”, aseguró Duque, dejando
más inquietudes y preocupaciones para el fútbol colombiano.
ANTECEDENTES: La única vez que se
canceló el fútbol profesional en Colombia fue en 1989, tras el asesinato del árbitro
Álvaro Ortega en la ciudad de Medellín el 5 de noviembre de aquel año en un
atentado sicarial, en pleno auge del narcotráfico con la misiva "Árbitro
que no cumpla honestamente con su función, será borrado del mapa”. Ante esta
situación la asamblea de la Dimayor tomo la decisión de cancelar el torneo, al
considerar que no se contaba con las condiciones necesarias de seguridad para los
protagonistas del fútbol, por lo cual se declaró desierto el título de aquel
año, sin importar que estuvieran en instancias finales.
Por lo dicho
anteriormente y ante el panorama actual, no tiene sentido reanudar eventos que
puedan detonar en contagios masivos en la población, sin importar que el fútbol
se pueda jugar a puerta cerrada, este es un deporte de alto contacto y que por
lógica es un deporte que genera mucha aceleración aeróbica y coloca en riesgo a
todos los protagonistas (jugadores, cuerpos técnicos, árbitros, delegados y
periodistas).
Lo único prudente en
estos momentos es esperar y desde la Federación Colombiana de Fútbol buscar ayudar
económicamente a los clubes, además,
para iniciar nuevamente competencias, los jugadores deben tener un
tiempo para reacondicionarse en el aspecto físico; entonces lo más inteligente
seria pensar en septiembre como una posible reanudación y esperando una mejoría
en el manejo del tema sanitario y todos los protocolos de seguridad para poder
volver a los estadios.
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