El planeta fútbol celebró un regreso exitoso del campeonato Alemán, en un fin de semana que el Bayern Múnich, el gran favorito, el lider, cerró ayer domingo con una victoria 2-0 en el terreno del Unión Berlin.
A puerta cerrada, siguiendo un estricto protocolo sanitario y adaptandose a la nueva realidad, no hubo incidentes destacados en este primer fin de semana de partidos profesionales en Alemania, más de dos meses despúes del parón por la pandemia del nuevo coronavirus.
El lunes se cerrará la 26ª jornada con el último partido, entre Werder Bremen y Bayer Leverkusen.
En Berlín, el Bayern se reencontró este domingo con la competición en un partido en el que no brilló pero en el que un penal transformado por Robert Lewandowski (minuto 40) y un tanto de cabeza en un saque de esquina de Benjamin Pavard (80) bastaron para conseguir su objetivo.
Con ello, el Bayern mantuvo su ventaja de cuatro puntos sobre el Borussia Dortmund, segundo y que el sábado había goleado 4-0 al Schalke 04 en el derbi del Ruhr, uno de los partidos que marcó la reanudación del campeonato.
El fútbol volvió a ser por lo tanto protagonista, a pesar de que las nuevas circunstancias llamaron la atención de casi todos.
En el estadio Alten Försterei de Berlín, apenas 300 personas, entre ellas varios periodistas, estaban autorizadas para entrar en el recinto, previo control de la temperatura.
Poco antes del partido, la policía dispersó a un grupo de unas decenas de aficionados, que habían acudido al lugar a ver de cerca a los futbolistas.
"Estábamos justo delante el estadio y la policía nos dijo que nos fuéramos", contó a la AFP Norbert Kuerzner, un hincha del Unión Berlín, que estaba paseando con su esposa.
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