Mauro Vegni, director de RCS Sport, compañía organizadora del Giro de Italia, se mantiene expectante a la evolución del control que se haga a la pandemia del coronavirus para reconfirmar la realización de la carrera, la cual quedó reprogramada para iniciar el 2 de octubre.
“Las cosas podrían cambiar de cualquier manera, pero si las cosas se ven bien en julio, el Giro se llevará a cabo como siempre; si las cosas empeoran, entonces será preocupante y el Giro podría estar en riesgo“, dijo en diálogo con Tele8.
Sin embargo, Vegni prepara una estricta serie de protocolos para cuidar a los ciclistas y además poder contar con público en las pruebas.
“Estamos trabajando en un protocolo. Se dividirá en diferentes áreas, que administraremos y luego en el camino. No podemos controlar los caminos; tenemos que confiar en el buen comportamiento de las personas", añadió.
El directivo puntualizó que el público permitido en el Giro de Italia podría contar con unas pulseras que haría ruido cuando estén cerca para obligar a las personas a separase y respetar el distanciamiento social.
"Al finalizar probablemente le daremos al público una pulsera que haga ruido cuando las personas no respeten el distanciamiento social, registrando con quién entran en contacto. Habrá inversiones serias para garantizar el distanciamiento”. agregó.
Finalmente, Vegni aseguró que a mediado de julio se conocerá la decisión final sobre la realización o no del Giro de Italia, siempre y cuando el contagio en las regiones por las que pase la carrera disminuya.
“Creo que los datos que vemos a mediados de julio serán importantes. Si las regiones pueden mantener baja la cantidad de casos de virus, se abrirán más. Obviamente, Lombardía es la peor, pero aparte de las carreras de un día en agosto , el Giro atraviesa Lombardía a fines de octubre”, aseveró.
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