El campeonato chino de fútbol se reanudó este sábado tras una interrupción de cinco meses debido a la pandemia del coronavirus, rindiendo homenaje a las víctimas con un minuto de silencio.
Cabizbajos, los jugadores respetaron este minuto simbólico en recuerdo de las víctimas del COVID-19, que apareció en la ciudad china de Wuhan, y en homenaje al personal médico, en el partido de reanudación, en que el actual campeón, Guangzhou Evergrande, entrenado por el italiano Fabio Cannavaro, venció por 2-0 al ganador de la Copa, Shanghai Shenhua.
El partido de reapertura se desarrolló a puerta cerrada en Dalian (noreste), una de las dos ciudades con Suzhou (este) que albergarán los encuentros de la Super League china (CSL) en los dos próximos meses, sin público.
Como un símbolo, el Wuhan Zall, club de la ciudad donde surgió la pandemia, jugará el segundo partido contra el recién ascendido Qingdao Huanghai.
Un grupo de personal de seguridad y doctores con batas blancas obtuvieron permiso para ver el partido en las tribunas, en reconocimiento por sus esfuerzos en la lucha contra el virus. Todos ellos llevaban mascarillas.
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