La emoción de Federico Coria, la solidez de Diego Schwartzman y el descaro de Nadia Podoroska vistieron de gala la jornada argentina en Roland Garros, que solo lamentó la derrota de Juan Ignacio Londero.
Tres tenistas argentinos en tercera ronda de París, a la que puede acceder también Guido Pella si supera este jueves su duelo de segunda rueda contra el español Pablo Carreño.
Schwartzman desarrolló el juego que viene haciendo en esta parte de la temporada, el que le llevó en Roma a jugar su primera final de un Masters 1.000 tras derrotar al español Rafa Nadal.
Fue suficiente para anotarse otra victoria en tres sets, contra el italiano Lorenzo Giustino, procedente de la fase previa, por 6-1, 7-5 y 6-0.
Se encuentra confiado el "Peque", con la vista puesta en los octavos de final que es lo que le corresponde con su condición de duodécimo cabeza de serie, pero sin renunciar a nada, sabedor de que, hoy por hoy, en tierra batida es un rival duro.
"No les va a gustar jugar conmigo viendo los resultados que tuve y en estas condiciones. Yo no querría jugar con un rival así. No van a disfrutar el partido", dijo.
Su próximo rival será el eslovaco Norbert Gombos, que tras derrotar en primera ronda al croata Borna Coric se deshizo del prometedor austríaco Jurij Rodionov, de 21 años, procedente de la fase previa y pupilo del argentino Javier Frana.
"Gombos es muy agresivo, juega fuerte por abajo, plano, saca bien y no le gusta defender. Voy a tener que mezclar la solidez que vengo trayendo con la agresividad para que no se sienta cómodo", analizó.
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