El esloveno Primoz Roglic (Jumbo Visma), líder de la Vuelta a España, se mostró "contento por haber superado una etapa" que estuvo marcada en la segunda mitad por el viento y la lluvia, y que supuso un duro castigo en las piernas de los corredores.
"Ha sido un día muy duro, así que estoy muy contento de que haya pasado. No sé cuánto se puede disfrutar de esto, pero ha sido duro, una etapa muy rápida y también con frío y lluvia al final. Menos mal que ya lo hemos pasado", dijo en meta el maillot rojo de la Vuelta.
En el tramo final, la organización decidió contabilizar los tiempos a 3 kilómetros de meta debido a una mancha de aceite que obligó a modificar la carretera, hecho que, a juicio de Roglic, fue un acierto.
"Si había aceite o algo es normal que no afrontáramos más riesgos de los necesarios, así que la decisión fue bienvenida", dijo.
A tres días de la llegada a Madrid la general no sufrió cambios porque los favoritos se dedicaron a resistir en una etapa de supervivencia.
Roglic mantuvo la distancia de 39 segundos con Richard Carapaz, 47 con Hugh Carthy, 1,42 respecto a Dan Martin y 3.23 con Enric Mas.
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