La semana pasada Mori, un exprimer ministro japonés (2000-2001), conocido por su meteduras de pata verbales, declaró que las mujeres hablaban demasiado tiempo durante las reuniones de los consejos de administración, lo que para él era "molesto".
Se excusó torpemente al día siguiente durante una rueda de prensa, excluyendo dimitir. Esto produjo una avalancha de críticas en Japón y en el extranjero.
La renuncia y el vacío de liderazgo dejado por la controversia se suman a los problemas de los organizadores que luchan por ganarse a un público escéptico, a menos de seis meses de que se celebren los Juegos, aplazados el año pasado debido a la pandemia.
"Lo importante es celebrar los Juegos Olímpicos en julio. No debe ser el caso de que mi presencia se convierta en un obstáculo para eso", agregó Mori.
Aún no está claro quién lo reemplazará.
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