Wimbledon, a cinco meses de la fecha de inicio, trabaja con las autoridades competentes y con el Gobierno británico para saber cómo actuar.
El resto de Grand Slams sí se pudieron jugar, ya fuera sin público, como el US Open, o con un público muy reducido, como Roland Garros.
El Abierto de Australia, que arranca el próximo lunes, lo hará con medidas muy restrictivas que han obligado a sus participantes a realizar cuarentenas de 14 días, así como tests con mucha frecuencia.
El último contratiempo en el 'major' oceánico ha sido el contagio de un trabajador de uno de los hoteles donde se hospedan los tenistas, que ha obligado al aislamiento de 600 personas, entre jugadores y empleados.
La situación de la pandemia en Reino Unido es preocupante, con más de 1.000 muertos diarios, pero la vacunación avanza a gran ritmo, con más de 10 millones de personas inmunizadas.
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